Uno de los últimos casos de violencia que ha conmocionado a Tenerife y todo el país, es el asesinato de la niña Olivia Gimeno Zimmermann y la desaparición de su hermana menor a manos de su padre Tomás Gimeno ▷ Violencia Vicaria ◁ La violencia vicaria es la que se ejerce sobre los hijos, una violencia indirecta donde el daño lo sufren los más desprotegidos: los niños.
Este caso trajo consigo que tomara fuerza uno de los tipos de violencia conocido como violencia vicaria, el cual fue acuñado por Sonia Vaccaro, psicóloga clínica y forense, e incluido en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en España en 2017.
En el país los casos de violencia vicaria se empezaron a registrar desde el año 2013 y según datos que manejan organizaciones contra el maltrato femenino van aproximadamente más de 39 menores han sido asesinados.
La Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas destaca que de esos niños, 23 fueron asesinados en el período de custodia compartida que le correspondía al padre o durante régimen de visitas.
A continuación te traemos información sobre qué es la violencia vicaria, causas y un ejemplo que te ayudará a visualizar algunas señales para identificarla.

¿Qué es violencia vicaria?
La violencia vicaria o por sustitución es una de las formas más crueles de violencia de género e intrafamiliar, siendo una de las formas de maltrato infantil. Vicario hace énfasis en la sustitución o reemplazo de una persona por otra.
Por lo tanto, violencia vicaria hace referencia a la agresión física o psicológica a una persona en sustitución de otra con el fin de causarle dolor. Por lo general, el hombre agrede a los hijos para herir a la mujer.
Sonia Vaccaro en su página web explica que el significado de violencia vicaria “pone el foco en las madres cuyas/os hijas/os son asesinados por su pareja”
Con respecto al agresor Vaccaro expresa “el hombre expresa su odio dañando a las mascotas, dañando lo más preciado que tiene la mujer sobre la que ejerce violencia: daña su imagen desfigurando su rostro con ácido, desprestigia su buen nombre y honor publicando anuncios eróticos con su número de teléfono, amenaza con dañar o matar a sus padres o familiares, rompe sus objetos preciados, quema su ropa…”
Es un tipo de violencia contra la mujer, pero en este caso no es directamente sobre ella sino el daño se realiza por medio de un tercero: los hijos.
Existen distintos grados de violencia vicaria, desde la instrumentalización de los menores, evitar la comunicación madre e hijo, amenazas con herirlos si no cumple con órdenes, privación de necesidades básicas, maltrato psicológico, abuso físico y sexual, hasta el parricidio (homicidio o asesinato premeditado)
Este tipo de padres generalmente al momento de divorciarse lucha por la custodia compartida, aunque durante todo el matrimonio nunca estuvieron pendientes de los niños.
¿Por qué lo hace? Porque sabe que al divorciarse no tendrá derechos sobre su pareja, pero si conserva la custodia de los hijos menores de edad tendrá derechos sobre ellos y así tendrá la posibilidad de continuar maltratándola, ahora utilizará a los hijos de las mujeres como instrumentos para agredirla de forma física y psicológica.

El amor más grande que una madre puede sentir es hacia sus hijos, por ello como explica Sonia Vaccaro “El maltratador sabe que dañar, asesinar a los hijos/hijas, es asegurarse de que la mujer no se recuperará jamás. Es el daño extremo”
La Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la Víctima establece los mecanismos para que se determine la suspensión de la patria potestad, la guarda y custodia, así como la suspensión del régimen de visitas del padre (o de la madre, si fuera el caso) en caso de que existiese violencia de género.
El problema es que muchas mujeres ante una relación con un hombre violento optan por no realizar la denuncia por violencia de género sino piensan que al divorciarse podrán alejarse de esa situación negativa en su vida y pondrán a salvo a sus hijos. Siendo esto un craso error ya que la violencia va más allá de una conducta, es una identidad.
Características de violencia vicaria
Los principales aspectos que caracterizan la violencia vicaria son:
Es una conducta que por lo general es realizada de forma consciente para herir a otra persona a través de terceros.
Se puede considerar un tipo de maltrato infantil ya que los menores sufren agresiones físicas/psicológicas con el fin de hacerle daño al objetivo de la violencia. También ocurre cuando los menores presencian violencia familiar. En cualquiera de los casos le generan al niño prejuicios y graves secuelas.
El agresor se aprovecha de la fragilidad del menor y del amor que éste siente hacia él para menoscabar y vulnerar su integridad física y psicológica. Todo con el fin de dañar a su pareja, generándole el mayor sufrimiento, además de sensación de culpa y frustración al no poder defender a sus hijos.
En la violencia vicaria la víctima al ser amenazada por el agresor de que va a hacerle daño a sus hijos, se ve forzada a cumplir con sus deseos. Generalmente la víctima no procede a realizar una denuncia por el miedo a que sus hijos sufran o simplemente por no creer que su pareja se atreva a hacer algo malo.
Las agresiones hacia la tercera persona puede ser desde una simple amenaza hasta un asesinato.
La violencia vicaria también es considerada un tipo de violencia machista. El hombre al perder el control sobre su pareja o por la simple idea que lo dejen se ciega y comete actos violentos contra terceros.
Aunque en la violencia vicaria el agresor suele pensarse siempre que es el hombre también existen casos en que la agresora es una mujer.
Causas de violencia vicaria
Por lo general, la violencia vicaria se produce cuando la mujer solicita el divorcio o la separación de su pareja. Allí empieza el acoso psicológico, la pareja empieza a insistirle diciéndole “te quitaré a los niños” o “No los vas a ver más si te separas de mi”
El agresor busca con esas llamadas de alerta dominar la situación y colocar en estado de sumisión tanto a su pareja como a los menores, sintiéndose el jefe y la máxima autoridad que tiene todo controlado.
Esas amenazas en muchos casos no son tomadas en cuenta y es un signo de alarma que puede traer consigo violencia vicaria.
Vaccaro en una entrevista realizada a la BBC sobre violencia vicaria afirmó “En los casos de expresión máxima de la violencia vicaria, que es el asesinato, todos los individuos avisaron antes, puntualmente dijeron te quitaré lo que más quieres, ya verás lo que te pasa, te voy a dar donde más te duele’”
Aunque puede ocurrir casos de agresores con sociopatía, psicopatía o cualquier otra problema psicológico, en la violencia vicaria el agresor está cegado por la maldad, pierde la humanidad, por ello lleva a cabo un asesinato avisado, premeditado, con intención de hacer daño a terceros para dañar a segundos.
Al final no le importa agredir a sus propios hijos indefensos o cualquier otra persona, sólo piensa en vengarse de esa persona, en el daño que le puede causas y en todo lo que va a sufrir.
Otro factor que puede desencadenar violencia vicaria son los estados de ebriedad o alteraciones de consciencia por el abuso de sustancias psicotrópicas. En esos momentos el agresor se encuentra fuera de sí y es capaz de cometer actos violentos.
Situaciones que permiten identificar un posible caso de violencia vicaria
Algunas de las señalas que permiten identificar un posible caso de violencia vicaria son:
El agresor regularmente utiliza a sus hijos o los de su pareja para hacerle daño. Este es un tipo de violencia de género que se podría considerar cruel y hasta sádico ya que le da muerte a su propio hijo y lo usa como instrumento de venganza. El menor paga la consecuencia de la conducta agresiva y la maldad de su padre o madre.
Amenazas constantes, por ejemplo: “te los voy a quitar” o “no los verás más”. La violencia se realiza en estos casos sobre los hijos e hijas para hacerle daño a la madre.
Interrumpe los tratamientos médicos de los hijos menores cuando están bajo su cuidado.
En los momentos del régimen de visitas en que tiene que recoger o entregar a los niños realiza insultos, humillaciones y amenazas, sin importar que los infantes estén presentes.
Les habla mal de la víctima y de su familia a los niños regularmente.
Existen amenazas de matarlos.
Con respecto al perfil del agresor, los psicólogos inciden en que tienen un patrón establecido, especialmente por las palabras que dicen y los actos que realizan buscando perjudicar a la víctima.
La delegada del Gobierno Español contra la violencia de género, Victoria Rosell, en una entrevista en Radio Nacional España manifestó al respecto «No es un loco, no es un asesino en serie, es la cara del machismo, de ese hombre que no tolera la libertad de la mujer, su igualdad. Contra eso debemos luchar todas las instituciones y la sociedad todos los días, no sólo cuando sucede lo peor».
El agresor tiende a justificar la violencia en su discurso, no puedes resolver un conflicto si no emplean la violencia y posee normas rígidas de la masculinidad y feminidad. Emocionalmente bajo esa conducta machista y arrogante se encuentra una persona con baja autoestima, con resistencia al cambio, además de ser inseguro y dependiente.
Otra característica predominante de los agresores que debe tenerse en cuenta es su habilidad de difamar y manipular a las personas, además de ser un mentiroso innato, tener una doble fachada y ser posesivo. Son de esas personas que tienen el poder de hacer sentir culpable a la víctima convirtiéndolas en sumisas ante las humillaciones.

Penas por violencia vicaria
La violencia vicaria debe ser penada como filicidio, es decir, un asesinato con agravante de parentesco entre el asesino y la víctima. Si el homicidio o asesinato, tiene agravante de alevosía tiene una penalidad mayor.
Debido a los casos de violencia vicaria se incluyó en la nueva Ley de protección de la infancia aspectos relacionados a este tipo de violencia. La normativa que entrará en vigor a finales del mes de junio 2021 establece el juez suspenderá el régimen de visitas en caso que se dicte orden de protección por violencia de género o existan pruebas de que los hijos hayan presenciado o sufrido maltrato físico/psicológico
En Andalucía se incluyó en el reconocimiento de víctimas de violencia de género a las mujeres que hayan padecido violencia vicaria, específicamente por haber asesinado a sus hijos con el fin de causarle daños.
Es importante que la violencia vicaria se incluya en los estamentos legales y se establezcan las pautas para minimizar el riesgo al que se someten los hijos de las parejas víctimas de violencia de género, especialmente durante el período de divorcio.
Ejemplo de violencia vicaria
Son muchos los casos de violencia vicaria que han quedado en la mente de las personas por el impacto que tuvo. Por ejemplo, el asesinato de Oza, el de Moaña, el caso de José Bretón y la más reciente desaparición de Anna y Olivia, niñas de Tenerife a manos de su padre Tomás Gimeno.
Caso de José Bretón
Uno de los casos de violencia vicaria que fue punta de lanza para que este tipo de violencia fuese conocida fue el de José Bretón. Ocurrió el 18 de octubre de 2011 en la ciudad de Córdoba, Andalucía.
Bretón asesinó y quemó a sus hijos Ruth (6 años) y José (2 años) aprovechando que estaban bajo su custodia no dejando rastros de ellos. Inicialmente el padre testificó que los niños se perdieron mientras jugaban en un parque.
El padre llevó a los niños a la finca de sus padres y los adormeció con tranquilizantes, luego los incineró en un acopio de leña encendido con combustible. Planificó con alevosía y premeditación la coartada fingiendo que se le habían perdido en un parque “Ciudad de los Niños” cordobesa. Hasta realizó la respectiva denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional de Córdoba.
Luego de análisis realizados por antropólogos en la hoguera de la fina de Bretón se determinó que habían restos óseos humanos que podrían corresponder a los niños. El juicio a José Bretón comenzó el 17 de junio de 2013 en la Audiencia Provincial de Córdoba.
En el juicio quedó demostrado que Bretón asesinó a sus hijos para que la madre de los niños, Ruth Ortiz, sufriera. Él la culpaba de todo lo que había pasado desde que se dejaron. Días antes del crimen amenazó a su expareja diciéndole “te daré en lo que más te duele”
El 22 de julio el jurado declaró culpable a Bretón por el asesinato de sus hijos condenándolo a 40 años de cárcel.
Niñas de Tenerife
El caso reciente de las niñas de Tenerife, Olivia y Anna, es otro de los ejemplos de violencia vicaria. Tomás Gimeno secuestró a sus hijas el 27 de abril del presente año y desde ese día están en su búsqueda.
Tomás Gimeno y Beatriz Zimmermann culminaron su relación en el verano de 2020 y ella ya tenía una nueva pareja. Esta situación no era aceptada por Gimeno quien llegó a agredir a la pareja.
Aunque Tomás y Beatriz no tenían convenio de visitas, ella nunca se opuso a que sus hijas convivieran con su padre. Compartían la custodia.
Ese 27 de abril Gimeno recogió a la pequeña Anna (1 año) y buscó a Olivia (6 años) en el colegio donde estudiaba. De allí, según información policial, llevó a la niña a casa de sus abuelos paternos y él se dirigió hasta el puerto Marina de Tenerife donde tiene atracada su barca y preparó todo.
Al momento de recoger a las niñas, en casa de sus abuelos, los padres de Gimeno señalaron que tuvo un comportamiento particular, como si se estuviese despidiendo.
Beatriz al ver que las niñas no llegaban a la hora prevista lo llamó y él le dijo “no vas a volver a ver más a las niñas, tampoco a mi”. La mañana siguiente Zimmermann coloca la denuncia en la Guardia Civil.
Realizan la búsqueda y el 28 de abril la barca de Tomás aparece flotando, sin ancla y vacía. El 17 de mayo se empezó a buscar en el océano a Anna y Olivia, específicamente en el área donde encontraron la barca.
El 11 de junio la Delegación del Gobierno en Canarias notificó el hallazgo del cuerpo de una de las niñas desaparecidas a 1.000 metros de profundidad en las costas de Tenerife. Era el cuerpo sin vida de Olivia.
Hasta los momentos se desconoce el paradero de Tomás Gimeno y de la pequeña Anna. Siguen realizando pesquisas en el fondo del mar ya que se tiene la hipótesis de que el padre haya lanzado a sus hijas al mar y luego lo haya hecho él.
¿En qué se parecen ambos casos? Al ver los detalles de cada caso se pudo observar que los niños fueron asesinados por sus padres para hacer sufrir a su pareja o expareja. En ese momento los padres tenían a los niños bajo su custodia. También hubo una amenaza anticipada.